Re-apropiación debida establece las estrategias para la creación de un parque cultural en las minas de Mazarrón, permitiendo a la ciudadanía reapropiarse del patrimonio minero en manos de especuladores, y poder darle el uso público y lúdico que se viene demandando durante más de tres décadas.
El 24 de agosto de 1868 se encendió por primera vez una máquina de vapor en las Minas de Mazarrón. La proliferación de las bombas a vapor durante la industrialización permitió llegar a más profundidad y ampliar las explotaciones mineras, conduciendo a una etapa de cambios económicos y sociales frenéticos, hasta entonces desconocidos en muchos territorios donde se asentaban, incluyendo el sureste murciano, históricamente rural e incomunicado.
La actividad minera a gran escala se prolongó casi 130 años, bajo el ideario tradicional de desarrollo económico asociado al dominio del hombre sobre la naturaleza. La inestable administración de la época no puso límites a la explotación, anteponiendo el enriquecimiento de una ínfima parte de la población a la salud del colectivo.
Hoy día, tras el abandono total de las concesiones, la minería en la Unión, Cartagena y Mazarrón ha traído consigo una catástrofe medioambiental histórica, una mancha de aspecto marciano sobre un territorio hipotecado de por vida por la toxicidad de los residuos que aloja. Este trabajo comienza con la investigación y mapeado estas problemáticas, que contribuyen a la degradación de entornos tan frágiles como el Mar Menor.
El interés adquirido en los últimos años por la intervención en estos entornos tiene dos posibles líneas de actuación: la puesta en valor del patrimonio, y la contención y esterilización de los residuos minerales. El estudio de conflictos entre los agentes implicados, esto son multinacionales mineras, poder político, legislación y ciudadanos locales, revela que mientras la Sierra Minera de La Unión ha concentrado la totalidad de las inversiones para su puesta en valor, en Mazarrón, pese a la reivindicación vecinal para su reconversión en paisaje cultural, sólo ha conseguido la declaración como BIC, hecho que no evitado la destrucción y expolio del patrimonio.
Por tanto, Re-apropiación debida establece las estrategias para crear un parque minero, hipotetizando la expropiación de los bienes protegidos a los propietarios, amparada por la Ley de Patrimonio Histórico, y de esta forma, permitiendo a la ciudadanía reapropiarse de su patrimonio cultural para poder darle el uso lúdico-cultural que tanto ha demandado.
Para contextualizar la propuesta, nos sumergimos en el imaginario minero de la época, estudiando las toponimias, y los ritos y costumbres de un gremio que trabajaban como semi-esclavos, y se profundiza en el contexto socio-político y económico en el caso concreto de Mazarrón.
Se mapean las tipologías de ruina actuales, para después analizar los aspectos identitarios del subsuelo, donde se ha estimado en 550 km de longitud la retícula de túneles y cámaras excavados, y que, con el largo periodo de inactividad de las minas, las lluvias han colmatado de agua dulce.
La propuesta, que daría portazo definitivo a la especulación político-empresarial, se divide en tres fases, tres estrategias de protección del paisaje (visible y no visible): la primera conectando a nivel superficial, la segunda conectando el paisaje visible y oculto, y la tercera consolidando la ruina superficial.
La primera intervención consolida las conexiones para el aprovechamiento museístico, tanto físicas como visuales, entre el núcleo urbano y el parque minero. Se potencia la trama de caminos existente con pasarelas y miradores, que al estar posicionados en puntos estratégicos adquieren un carácter icónico, y que asumen los cromatismos de los sulfatos metálicos, convirtiendo las terreras y charcos de estériles en elementos escultóricos.
Experimentando con tipologías de estructuras en torre, en la segunda fase se proponen 3 prototipos asentados sobre los antiguos pozos mineros, conectando, como los antiguos castilletes, el paisaje superficial con la trama subterránea. Estos dispositivos disponen de un mirador 360º, así como un sistema que controla las subidas del agua subterránea mediante la tecnología de la ósmosis inversa y nebulización, pulverizándola en el interior de la torre y regulando el confort térmico de los espacios.
La última estrategia rehabilita la ruina más icónica del conjunto, la mina San José, creando una cuarta torre sobre su pozo y un centro de interpretación de la cultura minera que complementa a la visita de las galerías subterráneas.
Tutor: MIGUEL MESA DEL CASTILLO CLAVEL (Proyectos Arquitectónicos)