Objetos “transreales” para re-habitar un paisaje sucio

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Este TFM propone el diseño de varios objetos que buscan poner en relación nuestro cuerpo con las múltiples capas de una realidad que a simple vista se percibe invisible . Estas capas identifican el paisaje industrial del río Vinalopó a su paso por Novelda. Es aquí y ahora cuando nos posicionamos a llamarlo paisaje sucio, porque lejos de una visión gloriosa de la industria del mármol de Novelda, queremos centrarnos en sus consecuencias territoriales; es decir, en la huella que ha quedado; un río sucio y desfigurado. Es por esto que nos aproximamos con una mirada atenta, cercana y crítica. Hablamos de objetos transreales por la capacidad que tienen precisamente de ir descubriendo aspectos y situaciones que parecían inexistentes o invisibles.

Para que esto ocurra, hemos tenido que formar parte de las redes que tejen todo el imaginario que rodea a esta industria; y es través de los saberes de sus gentes, que hemos podido diseñar estos objetos.

Por eso, estos objetos revelan redes materiales y técnicas que conforman las personas que pertenecen a este mundo, estos son objeto y paisaje a la vez.

Y son estas mismas personas, a través de sus relatos, las que ayudan a los objetos diseñados a descifrar este imaginario y a reconstruir nuevas narrativas del río; pero también son las que me transmiten el amor por el aprendizaje de otros saberes, tal vez menores, pero que este TFM busca dignificar convirtiéndolos en la fuerza motriz del mismo.

La conversación como herramienta principal. A través de unas conversaciones que he ido teniendo a lo largo del curso con una serie de personajes que habitan este paisaje voy reconstruyendo mi propio relato del río, es decir, se trata de acercarme a este paisaje a través de personas que van apareciendo para contarme sus experiencias. Entender el paisaje a través de terceros y esto me hace comprender el río en fragmentos. Estas personas se acercan a mí no solo con su palabra sino con sus saberes, sus técnicas y conocimiento de la materia. Pongo a prueba estos aprendizajes a través de una serie de acciones que articulan el relato con los conocimientos que voy adquiriendo, creando para habitar el río.