Las minas de Mazarrón

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El proyecto de las minas de Mazarrón aborda el problema de las infraestructuras industriales abandonadas y su relación con el entorno próximo, proponiendo estrategias de regeneración encaminadas a potenciar los valores propios del lugar detectando el lenguaje propio y las informaciones implícitas del lugar.

Las minas de Mazarrón son uno de los conjuntos industriales abandonados más importantes del sureste español. La acelerada degradación del coto, además de un grave riesgo medioambiental para la zona, es un triste ejemplo de la fractura histórica y cultural que sufre el pueblo con su pasado, siempre inseparable del de las minas.

El paisaje minero, es un paisaje humanizado, de acuerdo a las necesidades de su explotación. Es un conjunto de imbricados senderos, mesetas, balsas, castilletes, chimeneas y tolvas, que se entrelazan de acuerdo a las pendientes, hondonadas y cumbres, en un tejido de historia que abraza el accidente geográfico de los cabezos.

El paso del tiempo, el abandono, el saqueo y la vandalización del coto, ha configurado un paisaje mágico y melancólico, alrededor de una topografía compleja y críptica, a medio camino entre la superficie marciana y un pueblo fantasma a lo “far west”, que atrae a decenas de curiosos cada semana.

Reconstruir las topografías para reconstruir la historia

El proyecto arranca con el reto de reconstruir la topografía de las minas. La topografía, no es solo el sustrato o el escenario sobre el que proyectar, sino que es la historia misma de las minas, es el registro de los procesos históricos de transformación y explotación del paisaje por parte de los mineros, a base de terraplenes, balsas de flotación, galerías… El propio paisaje es la propia historia.

Mediante el empleo de la tecnología LIDAR a base de nubes de puntos y con la ayuda de software paramétrico como grasshoper, a partir de triangulaciones y mallados, podemos develar una topografía de gran detalle ( de hasta 2 puntos por m2) de toda una terra incógnita, que no aparece cartografiada en las bases documentales institucionales.

El levantamiento topográfico de la mina, nos permite realizar operaciones y simulaciones posteriores: de este modo, podemos estudiar las distintas vetas de mineral presentes, redibujar la topografía desde las inclinaciones que posibilitan transitarla, o podemos redibujar el paisaje a través de sus escorrentías, entendiendo como el agua discurre por sus laderas y en qué lugares puede acumularse. Todas estas simulaciones, nuevamente con grasshopper, permiten ofrecer nuevas miradas poliédricas de un mismo paisaje que se nos revela cada vez desde diferentes perspectivas.

Las minas de Mazarrón como antipaisaje.

La actividad minera en Mazarrón se remonta a época de los romanos, desde entonces, sucesivas explotaciones mineras se han sucedido en el tiempo, despojando a los cabezos de su vegetación y haciendo del conjunto un foco de contaminación muy peligroso, debido a la exposición de residuos minerales metálicos pesados al ambiente  y a la inestabilidad e inundabilidad del conjunto, fruto de la gran presencia de arcillas y limos.

Vertidos como el de Aználcollar, nos conciencian del peligro de las explotaciones mineras próximas a ríos y el caso de Mazarrón es muy parecido por la presencia de la Rambla de las moreras a sus pies, que conecta con el mar y atraviesa todo el llano repleto de invernaderos, la principal industria de Mazarrón.

A pesar de todo ello, este paisaje sin vida, de aspecto marciano, atrae vistantes todos los días por sus cualidades fotográficas, sus colores, su magia, por el paso del tiempo congelado entre sus laderas.

Por todo ello, la propuesta aborda dos estrategias fundamentales y conectadas:

La primera, parte de la reinterpretación de los sistemas pasivos para la depuración de tierras, haciendo de un proceso generalmente oculto o poco explícito, un icono de las minas, que ayude a convertir Mazarrón en un referente mundial en la recuperación de suelos contaminados. Dicho de otro modo, la depuración, reciclaje y restauración de la mina no se da de una manera rápida, mecanizada o previa al uso del parque, sino que se convierte en el paisaje mismo, y en el modelo Mazarrón, un modelo de recuperación paulatino en un presente continuo, que cambia con cada ciclo de lluvias y en el que pueden cuantificarse los progresos mes a mes.

La segunda estrategia es de tipo programático y refuerza la experiencia de la primera. Se desarrollan conexiones a base de pasarelas de hormigón, pasarelas sobre lagos de tratamiento, estructuras ligeras de fina sección que reviven la envolvente de los edificios de la mina, como si fueran fantasmas, apuntalándolos, se diseña una serie de miradores estratégicos, suspendidos sobre las laderas, que nos permiten tomar conciencia del entorno, de la herida que son las minas de Mazarrón para por contraposición entender la relación entre el paisaje y el antipaisaje. En definitiva, una batería de intervenciones que permitan estabilizar el parque minero, abrirlo al público y dotarle de contexto en su entorno.

El Modelo Mazarrón

El modelo Mazarrón es un sistema integral de reciclaje de suelos contaminados por drenajes ácidos de minas. La exposición al ambiente de gran cantidad de filones, menas y escombros mineros, hace que las lluvias movilicen gran cantidad de aguas ácidas con elevadas cantidad de metales pesados lo que convierte a los lodos y las escorrentías en material de gran toxicidad.

El modelo Mazarrón emplea técnicas tradicionales con materiales básicos (ph Bajo) capaces de neutralizar las disoluciones    ácidas y precipitando los metales en forma de sales,      fijándolos.

La diferencia radica en la visualiación, extensión y empleo del tiempo como factores claves en Mazarrón.

El sistema se compone de unas escamas depuradoras a base de hormigón armado con dos corrugados que se incan al terreno apuntalándolo. Estas piezas emplean mármoles y otros materiales calizos como agregados y de una elevada composición en magnesio. Estas piezas además de apuntalar el terreno y evitar deslizamientos de lodos, actuando como barreras de contención,  sirven para neutralizar las aguas ácidas de la mina.

El siguiente elemento del sistema son lagunas de precipitación, donde los metales pesados tras las reacciones ácido base, se acumulan y las aguas aún ácidas siguen su neutralización.

Asociadas a estas lagunas se proyectan bosques de nebulizadores, que regularan los niveles del agua de las lagunas, al tiempo que climatizan y dotan a la mina de un ambiente  onírico con veladuras cambiantes. Si el sistema de escorrentías  y lagunas es la sangre de la mina, los nebulizadores son sus pulmones.

El siguiente elemento es un encintado perimetral que reconduce toda el agua de las laderas externas de la mina y las reconduce a las lagunas de precipitación.

El sistema por último recibe aportes de agua a través de los pozos mineros anegados cuando los niveles del agua desciendan.

EL TIEMPO

El tiempo es el agente fundamental del proyecto. Los ciclos de lluvias, la descomposición paulatina de las escamas, la acumulación de escombros, las nuevas topografías, todo es un sitema de destrucción y generación que puede ser observado por los visitantes y refleja el mecanismo de depuración de las minas.

Tutores: IVÁN CAPDEVILA CASTELLANOS (Proyectos Arquitectónicos) + JOAQUÍN ALVADO BAÑÓN (Proyectos Arquitectónicos) + ÁNGEL BENIGNO GONZÁLEZ AVILÉS (Construcciones Arquitectónicas) + VICENTE IBORRA PALLARÉS (Urbanística y Ordenación del Territorio) + ÁNGEL ALLEPUZ PEDREÑO (Expresión Gráfica)