Tras estudiar cuál era la infraestructura física que había detrás de la compañía, decidí centrarme en las oficinas, por ser éstas las principales responsables de los multimillonarios ingresos del gigante.
No podemos obviar que Alphabet encierra toda una dimensión política brutal que parte del hecho de que Google sea dueño de la información de Internet. Más allá de los casos constatados de malas prácticas, es la simple pregunta de qué podría llegar a ocurrir si en un determinado momento decidieran actuar de una forma perversa, la que nos puede dar una idea de esta esfera política a la que nos referimos.
Muy relacionado con esto está el propio proceso de desarrollo de las oficinas en los distintos países, en el caso de Madrid a día de hoy tan sólo están ocupando dos plantas en la Torre Picasso, pero el modelo de cara a futuro sería seguir arrendando espacios conforme fueran necesitando, y llegado el momento acabar adquiriendo el propio edificio, o extenderse a otras torres, que es algo que ya ha sucedido en sus sedes de Nueva York, Londres o Dublín, donde obviamente el desarrollo de sus respectivas oficinas han tenido una mayor prioridad.
Pues bien, el planteamiento que hacemos con este proyecto consiste precisamente en exteriorizar esta situación que sucede de forma oculta, a través de la arquitectura parasitaria, que es la que mejor representa el espíritu de Alphabet. Se trata de una propuesta con una fuerte carga irónica que pretende poner en evidencia el poderío de Alphabet, del que todavía no somos del todo conscientes.
Pero si bien este primer planteamiento es claramente una distopía que se desprende de toda esta lectura política, a partir de este momento el objetivo principal de este proyecto ha consistido en sacar el máximo partido a una actuación de esta magnitud, buscando exhaustivamente mejorar la realidad existente a distintos niveles. Para empezar, se estaría repercutiendo en una necesidad urbana, que es ganar en densidad.
Otro punto crucial es la repercusión a nivel social y cultural que supondría este complejo al abrirse a la ciudad y a su gente, que es como se plantea, dando así un mayor valor a AZCA, que pese a su valor simbólico, no deja de ser un espacio sin vida que queda completamente muerto al término de la jornada laboral.
En cuanto al trabajador de Alphabet, si bien la opción de trabajar desde casa es en esta compañía algo totalmente posible, ya sea por tener un contacto más directo con los compañeros, o por encontrar un ambiente más estimulante para trabajar, lo cierto es que sus empleados suelen preferir acudir a la oficina, donde terminan pasando bastante tiempo.
Surge entonces la necesidad de cubrir con las distintas necesidades que éstos puedan tener a lo largo del día, que van desde lo fisiológico hasta lo emocional, y que en definitiva contribuiría a maximizar su productividad.
Sin embargo, lo interesante aquí no es tanto el hecho de que puedan aparecer usos que uno nunca se hubiera imaginado en una oficina, sino el que estos nuevos espacios puedan llegar a funcionar mejor incluso que espacios tradicionales. De esta manera una fiesta puede acabar siendo el mejor lugar para cerrar un negocio.
¿Pero por qué recurrimos al mat-building como principal referencia de diseño para este complejo, cuando es un modelo de los años 60’?
Bueno, pues básicamente por ser un sistema arquitectónico que pone la atención en las relaciones entre distintos usos, más que en el uso en sí mismo, y que la mismo tiempo permite un crecimiento en el tiempo que marcará el desarrollo de la propia empresa.
En cualquier caso, el mat-building no deja de ser un sistema que permite organizar un programa sumamente complejo, sin embargo en vez de limitar los distintos usos a unas celdas de un mayor o menor tamaño deberían de ser las propias actividades las que terminasen por definir los espacios arquitectónicos.
Por último quedaría por explicar cómo se produce o en qué consiste la parasitación que se dan en las torres, la cual difiere sustancialmente de esa especie de techo sobre el espacio público que supone el mat-building.
Los parásitos se clasifican en cuatro tipologías, que son análogas a los tipos de parásitos que podemos encontrar en la naturaleza. Éstos llevan a cabo un proceso de simbiosis por el cual obtienen como beneficio la posibilidad de exteriorizar la imagen corporativa de Alphabet, mientras que mejoran las oficinas de las torres actualizando esos espacios al trabajo contemporáneo: aportando nuevos usos, interconectando distintos niveles para fomentar así la socialización, o ambientando los espacios de trabajo con tal de fomentar el trabajo creativo.
Tutores: JAVIER SÁNCHEZ MERINA (Proyectos Arquitectónicos)