Nómada

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Tras una experiencia a lo largo de los años en el mundo del nomadismo contemporáneo, me dispongo a explorar los modelos existentes y con la bicicleta de travesía como base conceptual, se han llevado distintas direcciones de diseño, llegando de tal manera a un viaje, a una experiencia que presenta distintos modos de habitar el paisaje.

Desde que tengo uso de razón, mis vacaciones han transcurrido de pueblo en pueblo, de campo en montaña y de un país en otro. Todo comenzó con mi familia en una Caravana, que a los 11 años pasó a ser Autocaravana, y al empezar a viajar solo, recurrí al conocido mundo de la mochila y al desconocido Cicloturismo.

Todos ellos han ido formando en mi interior, a lo largo de los años, una forma de ver el mundo, de percibir los paisajes y recorrerlos de esa manera más libre y voluntaria. Hablo de una condición nómada contemporánea, ya que aquellos que lo hacían por necesidad de buscar mejores campos para su ganado, vender de pueblo en pueblo, perseguir a la presa, o buscar la salvación de un santo, fueron dando paso a partir del S. XVIII a aquellos que buscaban enriquecer su alma, aprender de nuevos y exóticos paisajes o ancestrales culturas.

Mediante la observación y el análisis de esas tipologías nómadas con las que tuve contacto directo, observé que podían surgir nuevas formas de viajar y habitar.

La Caravana, que necesariamente ha de refugiarse en su bastión, el Camping, plantea una vivienda móvil y optimizada a fin de tener una vida en un espacio seguro para la familia, por lo que a partir de un punto de control se realizarán trayectos radiales.

La Autocaravana es un salto mayor al mundo, un refugio que te permite asentarte en casi cualquier sitio y un elemento absolutamente optimizado y versátil. Siempre tendremos en cambio que depender del combustible y su tamaño que a veces nos limita.

La mochila es la famosa y extendida manera de viajar, dinámica e

inesperada ya que nunca saldrán los planes como uno los esperaba. Es la forma que más barreras cruza aunque al mismo tiempo la dependencia al transporte y al alojamiento puede limitar al viajero. Ésta, por su limitación de tamaño y peso hace indispensable la vida minimalista y sencilla, ligera y optimizada.

Por último encontramos la bicicleta, base de este proyecto. Un modo lento y exquisito de disfrutar del camino, donde tus piernas tiran de ti y tu mínimo e indispensable equipo. Una forma de adentrarte en la profundidad de los paisajes, en contacto con el entorno. A mi parecer es el viaje en el que más te expones al medio natural mediante un sencillo modo de vida.

Éstos antecedentes asentaron una base clara a desarrollar. Pretendía por lo tanto crear un elemento autopropulsado, el cual me permitiera una experiencia autosuficiente donde la flexibilidad de las partes funcionales se integrarán en la estructura habitable, formando así un todo unificado.

Ciertas líneas de investigación resultaron en distintas formas de viajar y habitar, de adaptarse al territorio según la situación, creando un abanico de posibilidades. Surgió entonces la reflexión de las posibilidades en la experiencia, en el viaje.

¿Por qué decidí dibujarlo todo a mano?

La forma de diseño y continuo trabajo sobre el papel me ha parecido totalmente enriquecedor y necesario para llegar al actual resultado, ya que al ir dibujando no hay vuelta atrás y el proceso de definición en el diseño es continuo, plasmando en las libretas cada parte del proceso creativo.

Aquel concepto primigenio, tomando inspiración de formas orgánicas, estructuras de rápido montaje, de gran resistencia a los agentes o pequeños remolques habitados, fueron transformándose en diversos modelos que respondían a propiedades específicas de adaptabilidad y dinamismo.

Todos finalmente los reuní en un viaje, mi primera experiencia ciclista realizada durante mes y medio de norte a sur por campos húmedos con lluvia, costa con viento, los imponentes pirineos o los desiertos del sur. A lo largo del periplo los modelos se van adaptando a distintas situaciones, creando nuevas realidades específicas.

En ese imaginario creado, vemos distintos elementos, previos y nuevos, que se complementan y contrastan.

En la fase de Montaje y Compartimentación, la optimización de la mochila y las alforjas de la bicicleta se traducen en un sistema de bolsas integradas a la cobertura exterior del elemento y un núcleo duro sobre la rueda de tracción.

Ya venimos hablando de adaptación al medio, de sistemas metamórficos que te permiten llegar más allá cuando encuentras un impedimento, ya sea la ciudad sin espacios libres que nos hace descolgarnos de sus fachadas, las islas a las que conseguimos llegar sacando a flote el material indispensable para pernoctar o convertir el núcleo duro de la rueda en mochila si queremos ir a explorar la montaña.

Una línea de investigación surgió inspirada en las estructuras de los Nautilus, ermitaños nómadas ancestrales, creando así un sistema acostillado y dinámico, que apareció como remolque de la bici y posteriormente se mezcló con las partes primordiales de ésta. Un flexible sistema de apertura-cerrado, creaba momentos tanto de refugio a la lluvia durante el viaje, mayor aerodinámica al abrirse en días de viento o permitir montajes rápidos ante repentinos cambios atmosféricos.

Los tejidos estructurales fueron otra importante línea, planteando una piel exterior continua, flexible y ligera de la que penden ciertas unidades de almacenaje. A partir de sistemas de tensión como las estructuras MIURA, las formas fueron variando en gran cantidad de posibilidades, ofreciendo espacios unificados, abiertos y protegidos del medio.

La creación de una pequeña comunidad habitacional que se asienta al llegar a lugares predilectos.

Nos duchamos o cocinamos usando el núcleo de la rueda de tracción.

Tendemos la ropa o descansamos a refugio tras la cerrada crisálida.

La versatilidad y autosuficiencia de tales sistemas deben hacer que tengamos siempre un as en la manga para crear una posibilidad habitacional agradable, que generemos energía para no tener dependencia de ella y nos apoyemos en la naturaleza a fin de obtener en todas sus variantes una experiencia inolvidable.

Tutores: JOAQUÍN ALVADO BAÑÓN (Proyectos Arquitectónicos) + ÁNGEL ALLEPUZ PEDREÑO (Expresión Gráfica Arquitectónica)