Cuando el río suena

Microintervenciones paisajísticas

Texto

Trata sobre la reconstrucción del paisaje histórico productivo del río Segura a su paso por Abarán a través de una nueva propuesta de gestión del agua que acerque a la gente a los nuevos rituales de regadío. Se pretende transparentizar los procesos para conseguir una mayor transmisión de conocimiento.

En la cuenca del Segura se ha generado a lo largo de la historia un rico patrimonio y paisaje vinculado con la cultura del agua. Abarán destaca especialmente, pues cuenta con la noria hidráulica en funcionamiento más grande de Europa y con una poderosa red de acequias que durante cientos de años han funcionado como las venas de la huerta de esta característica zona de la Vega Alta.

Pese a todo, las nuevas técnicas de regadío que se han ido implantando son más eficientes con el agua pero excluyen a las personas del sistema de la huerta, transformando negativamente el paisaje.

A su vez, una gran cantidad de especies autóctonas están desapareciendo debido a que no son eficientes para la comercialización. Esto está relacionado de manera directa con las empresas exportadoras de fruta, las cuales compran grandes extensiones de tierra (antiguamente pertenecientes a decenas de diferentes vecinos) para explotarlas al cien por cien. De esta manera, monopolizan el uso del agua y la encarecen cada vez más.

Abarán y su entorno natural no están preparados para ser explotados de esta manera. ¿Hasta qué punto tiene rentabilidad económica esta degradación de los recursos naturales? ¿Hasta cuándo será siquiera posible?

A continuación, veremos cómo los cambios en sistemas de regadío han ido transformando el paisaje, pasando del riego a manta tradicional, a la situación actual de macroexplotaciones con goteo e hidropónico, y, por último, a lo proyectado: una vuelta al ideal campesino sin olvidar la importancia y escasez del agua hoy en día en Murcia. En el recorrido por los diferentes paneles del trabajo podrá hacer una lectura del agua empleada y del paisaje generado a raíz de una instalación de regadío que en todos casos ha de ser considerada patrimonio.

El sistema tradicional cuida el paisaje pero malgasta agua. El actual pone en funcionamiento muchas hectáreas de tierra pero desvincula a los propios habitantes de esta tierra. A raiz de estas dudas nació en mí la necesidad de diseñar un espacio que aúne la tecnología y la tradición.

En este contexto este proyecto es una reflexión sobre cómo el arquitecto mediante el diseño y la gestión de las instalaciones más innovadoras puede ser capaz de recuperar la tradición perdida de los rituales de la huerta.

Tutores: IVÁN CAPDEVILA CASTELLANOS (Proyectos Arquitectónicos) + ÁNGEL BENIGNO GONZÁLEZ AVILÉS (Construcciones Arquitectónicas)